Creo a Cosmo, mi alter ego, para levantar un universo cargado de optimismo a través de la pintura y la ilustración. Simbolizo con pureza la alegría de vivir sin caer en lo superficial ni frívolo, enfatizando asimismo mis pasiones.

En Juego Interior, transformo el lenguaje del deporte en una metáfora visual sobre la vida, la emoción y la superación. Cada pintura se convierte en un “playground” donde los colores vivos y enérgicos no solo representan movimiento, sino también esperanza, vitalidad y fortaleza emocional.

Utilizo el color como un recurso expresivo que nos conecta con la alegría, incluso en los momentos más complejos. Nos invita a mirar hacia adentro, a reconocer nuestras emociones y a celebrarlas como parte del proceso de aprendizaje personal. Así como en el deporte se ensaya, se falla y se vuelve a intentar, la vida también se juega con pasión, entrega y color.